Logo
Imprimir esta página

¡Ay, Señor, Estoy Buscando Calma!

¡Ay, Señor, Estoy Buscando Calma!

Introducción: hay situaciones en la vida que nos hacen vivir momentos tensos. Ello nos hace conducirnos como extraños ante la presencia de personas a quienes apreciamos. Nos sentimos desconcertados porque algo que sucedió nos ha llevado a perder la calma… Sí, somos, diría, fácil objeto a perder la serenidad de espíritu ante estas situaciones e instancias en la vida: Eventos dolorosos o estresantes que pueden dejar cicatrices emocionales; estrés crónico; expectativas poco realistas y falta de apoyo; depresión; ansiedad;  trastornos de la personalidad; dificultad para encontrar propósito y significado en la vida; falta de conexión humana y apoyo emocional…


En Isaías 40.29 dice: El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.

¡Ay, Señor, estoy  buscando calma!... La necesito. ¿Puedes darme el oportuno socorro? Ayúdame por favor… ¿Es así tu clamor? ¿Sabes, también Jesús invitó a venir a todos los trabajados y cargados de los afanes de la vida; a los arruinados por sus malas decisiones; a los saqueados por sus pecados, quienes no hayan paz, los cuales están atados a pesadas cargas de servidumbre o herrumbrados por diversas melancolías que, en situaciones de agonía moral y espiritual, tal vez lo puedan dejar paralizado y hacerle sentir que es un extraño delante de Dios…

¡Búscalo!...  Dime, ¿falla tu fe ante el desconcierto? ¿Te abruman pesares?... y tal vez pesares que no son tuyos, sino de otros, y te sientes culpable porque no sabes cómo ayudar, o cómo aliviar a otros... Y ese remedio eficaz (que es Jesucristo) parece no hacer efecto,  pues no tienes calma que te ayude a resolver los conflictos?

Hermano, hermana, has olvidado que él mismo (Jesucristo) estará contigo (Isaías 35.8). Él es quien te dará alivio y te acompaña en tu andar cristiano: porque temer, arroja de ti las dudas… Buscad á Jehová y su fortaleza; Buscad su rostro continuamente (1 Crónicas 16.11). ¡Celébralo! Él no permitirá que nada nos oprima. Él Salmo 105 nos ofrece cómo  practicar las bondades de Dios conforme a su misericordia. Tú, sé objetivo y resuelve no sentirte atado, aprisionado. ¡Grita a Dios y búscalo! ¡Pide socorro a él!

Hablad de todas sus maravillas (Versículo 2 b); pues son las maravillas de Dios, para que creas en él. Permíteme mostrarte algunas de esas maravillas, puesto que  él es quien te ofrece darte la calma y la fortaleza que necesitas…
Primera  maravilla: el perdón de tus pecados. Sí le aceptas por la fe, él te adoptará como hijo o hija suyo… Leemos Juan 1.12-14… Mas á todos los que le recibieron, dióles potestad de ser hechos hijos de Dios, á los que creen en su nombre: Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios. Y aquel Verbo fué hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Segunda  maravilla: se trata de que ese perdón es provisto por su Hijo Jesucristo. Él fue quien derramó su sangre: dando su vida hasta la muerte clavado en una cruz.
Tercera maravilla: su resurrección. ¡Salió de la tumba al tercer día de su muerte! Serás justificado ante Dios por tu fe (podemos leer Romanos 5).
Cuarta maravilla: él dijo que los que crean en Su Hijo sus pecados les son perdonados y tienen vida eterna.
Quinta maravilla: se trata de que todos aquellos que mueran salvos serán resucitados para ya no morir jamás (podemos leer 1 Corintios 15).
Sexta maravilla: Te guardará de todo mal, con la condición de que guardes sus mandamientos y vivas para él, siendo su adorador (Juan 4.23-24).
Séptima maravilla: La Santa Biblia, si la lees con todo tu corazón, será tu guía para ver a Dios, por medio de la fe, en toda su hermosura y comenzarás a amarlo, entre otras tantas maravillas que irás descubriendo y te alegrarás… ¡Y te reirás; sí, créeme, te reirás!, porque todo aquello que te afligía se disipará como la niebla cuando sopla el viento… Y podrás decir: ¡Ahora soy feliz, Señor Jesús!…  Hallé en ti, y en tu Palabra, la anhelada calma. Ahora tengo paz. Me fortaleceré en Dios mi Salvador. Amén.

 

Dios te bendiga muy ricamente. Pastor, Ricardo Iribarrhen.



Mensaje elaborado y escrito por el pastor Ricardo Iribarrhen

(Biblia consultada: Reina Valera 1909  - Versículos en forma textual)

(Revisión literaria y diseño gráfico mensaje: Miguel Ángel Vreska: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)

Fecha: 06.07.2025

~No lo olvides, comparte este mensaje con tus familiares, vecinos, compañeros, amigos y amigas~

Modificado por última vez enMiércoles, 05 Noviembre 2025 14:29
Template Design © Joomla Templates | GavickPro. All rights reserved.